La aniridia es una patología ocular rara. Se caracteriza por el desarrollo incompleto del iris de uno o ambos ojos. El iris es la parte coloreada de nuestro ojo. Se trata de un trastorno genético.
Las personas que padecen aniridia no tienen el iris formado por completo (en uno o en los dos ojos), afectando así a la visión. En algunos casos se llega a perder hasta el 20% de visión. Algunos de los principales síntomas asociados a esta enfermedad son:
- Pupilas anormalmente grandes.
- Fotofobia.
- Glaucoma.
- Cataratas.
- Desarrollo anormal del nervio óptico y la mácula.
- Dificultad para fijar la visión (nistagmo).
Esta patología se suele detectar en los primeros días de vida del bebé recién nacido, ya que éste tiende a cerrar los ojos ante cualquier estímulo luminoso, estando más cómodo en ambientes oscuros.
Se sabe que esta enfermedad es consecuencia de una mutación genética en un gen determinado, implicado en el desarrollo ocular. Pero esta mutación puede ser bien heredada, o bien espontánea, es decir, darse de manera aleatoria en el momento de la división celular.
No existe un tratamiento específico para esta enfermedad, por lo que éste se basa en el tratamiento de la sintomatología de forma individualizada. En los últimos años se ha avanzado mucho en cirugía, por lo que en casos de afectación moderada del iris, el paciente podría someterse a una microcirugía ocular que reconstruyese ese iris afectado.
Bibliografía:
https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/aniridia
https://www.barraquer.com/patologia/aniridia