La prosopagnosia o “ceguera de rostros” es una patología de origen mental caracterizado por la agnosia visual y, por lo tanto, la incapacidad de identificar las caras de la gente conocida, incluyendo la suya propia. Sin embargo, no se ven alteradas otras funciones cognitivas.
Este término procede de griego “prosopon”, que significa “cara”
y “agnosia”, cuyo significado es “desconocimiento”.
Se trata de un déficit de la percepción, tanto congénito
como adquirido, de ciertos rasgos faciales que le impiden al paciente poder reconocer
a sus familiares y amigos. De esta forma, tampoco puede llegar a interactuar
adecuadamente con ellos ni establecer ningún tipo de relación social o afectiva
a largo plazo.
En esta enfermedad se ve afectada una parte del cerebro llamada
“giro fusiforme”, situada en la cara basal del lóbulo temporal.
Su cuadro clínico específico se conforma de:
·
Incapacidad de reconocer rostros.
·
Imposibilidad de establecer relaciones sociales
a consecuencia de lo anterior.
·
Ansiedad o fobia social
·
Aislamiento
·
Depresión
·
Incapacidad de reconocerse a si mismo en fotos o
en el espejo
·
Problemas en el ámbito escolar o laboral
Actualmente no existe un tratamiento concreto y totalmente
eficaz para esta patología, pero se pueden minimizar sus efectos mediante la terapia
cognitivo-psicológica. Se establecen varias estrategias comunes llamadas
estrategias compensatorias, que consisten en la elaboración de una serie de
ejercicios mentales y actividades con la ayuda de un profesional, un terapeuta,
psicólogo o psiquiatra. Estos ejercicios van a ayudar al paciente a poder
reconocer a las personas no solo por sus rasgos físicos, sino por su voz, su
forma de hablar, sus expresiones o incluso su olor. Ciertas personas con
prosopagnosia adquirida pueden llegar a recuperarse completamente de forma
espontánea.
Fuentes:
https://neurorhb.com/blog-dano-cerebral/prosopagnosia-quien-es-quien/
https://www.psicologia-online.com/prosopagnosia-que-es-sintomas-tipos-causas-y-tratamiento-5950.html